Con la llegada del verano, es necesario extremar las medidas de protección e higiene de nuestros mejores amigos por una sencilla razón: en este periodo del año es más fácil que se produzcan problemas relacionados con los parásitos. En este artículo te contamos por qué los desagradables bichitos como garrapatas, pulgas y mosquitos son más habituales en época estival y cómo podemos combatirlos, ya sea con antiparasitarios para perros o con labores más intensas de higiene.

¿Por qué en verano hay más problemas con los parásitos?

En realidad, los parásitos son una amenaza para nuestro mejor amigo en cualquier periodo del año. Pero se dan dos circunstancias que nos obligan a extremar las precauciones en esta época veraniega. Por un lado, el hecho de que determinados parásitos tengan más actividad en los meses de máximo calor, como es el caso de las garrapatas. Y por otro lado, el hecho de que tanto tu mascota como tú paséis más tiempo fuera de casa, probablemente dando paseos por el campo o la naturaleza, donde es más fácil ser víctimas del ataque de estos bichitos.

Collares antiparasitarios: mejor prevenir que curar

Una primera medida a tomar ante el peligro de los parásitos es la de prevenir. Y para ello no hay mejor manera de actuar que utilizando antiparasitarios. El más habitual es el collar antiparasitario, que debe situarse alrededor del cuello del perro, dejando un par de dedos de holgura para posteriormente cortar la tira sobrante, evitando que tu mascota lo muerda, pues está compuesto de agentes que no pueden ser ingeridos por los animales. Más allá de los collares, los antiparasitarios sonoros o los perfumes y champús repelentes pueden también ayudar a este cometido.

Extremar la higiene de tu perro, especialmente el cepillado

En verano es también muy importante que seas mucho más cuidadosos con la higiene de tu animal. Ya hemos mencionado la importancia de bañarle con champú antiparasitario y aplicar perfumes repelentes tras ello. Pero hay una tarea que ahora adquiere aún más importancia: el cepillado. En este caso, es fundamental no solo por el vínculo afectivo que se crea entre tu mejor amigo y tú, sino porque también te servirá para revisar cuidadosamente su cuerpo en busca de pulgas y garrapatas. Si desgraciadamente encuentras algún inquilino no deseado en el pelo de tu perro, deberás actuar aplicando los sprays o lociones oportunas y retirando los parásitos muertos al cabo del tiempo indicado en las instrucciones del producto.

Desinfectar las zonas exteriores

Especial atención hay que aplicar en el caso de los perros que duermen siempre en zonas exteriores, como jardines. En ese caso, no solo hay que poner todo nuestro empeño en prevenir la aparición de parásitos en el perro, sino también mantener su espacio de descanso y actividad lo más limpio y libre de bichitos posible.

Recordemos que los trastornos derivados del ataque de parásitos pueden ser leves, pero también graves: anemia, fiebre, cojera, problemas dermatológicos e incluso Leishmaniosis en el caso de la picadura de ciertos insectos. Por ello, presta atención a la actitud de tu amigo peludo y si ves que se rasca mucho, tiene cierto desequilibrio en sus necesidades fisiológicas o algo ‘no cuadra’, revísale bien y, si es necesario, acude a tu veterinario.

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