Mayo 2018
Desde que llegó a la protectora, Raspa no ha querido relacionarse con las personas, no sabemos cuál fue su pasado, pero ella siempre se esconde cuando entran los voluntarios. Casi siempre está subida a un olivo y nos mira desde arriba, queriendo desaparecer. No sabemos si podremos hacer que se relacione con las personas, pero de momento, no es apta para la adopción.
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